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Meditación con las plantas

 

Práctica de la percepción:

 

• Conexión con el entorno:

  • Se te invita a prestar atención a tu entorno, enfocándote en los sonidos del jardín, los sonidos ambientales, los sonidos de seres vivos y de personas.

• Atención a los sentidos:

  • Se te pide que observes los olores presentes y la luz que pasa a través de tus párpados cerrados. También se te anima a notar si hay cambios en los olores y la luz, y a prestar atención a estos cambios.

• Sensaciones físicas:

  • La temperatura de la habitación y la calidad del aire son aspectos a los que debes prestar atención, fomentando la conexión con las sensaciones físicas del entorno.

• Observación detallada de una planta imaginaria:

  • Se sugiere la visualización de una planta en un jardín. Preguntas detalladas se plantean sobre su color, forma, tamaño, si está sola o acompañada, y la textura de sus partes.

• Exploración táctil e imaginaria:

  • Te invita a imaginar que tocas la planta, explorando sus partes, texturas y la calidad de la tierra a su alrededor. Se hacen preguntas sobre la humedad de la tierra y el tipo de suelo.

• Reflexiones sobre la planta:

  • Se plantean preguntas sobre obstáculos para el crecimiento, límites, control, protección y cultivo de la planta. También se pregunta sobre el papel que desempeña en el jardín.

• Última observación de la planta:

  • Se te anima a mirar de cerca la planta una vez más, observando su calidad, colores, el suelo y el jardín circundante.

• Regreso a la conciencia corporal:

  • Después de la reflexión sobre la planta, se te guía para volver a tu cuerpo, concentrarte en la respiración y ser consciente de los sonidos y la luz a tu alrededor.

• Actividad creativa:

  • Se concluye el ejercicio animándote a dibujar la planta imaginada, y se sugiere hablar de ella durante el proceso de dibujo si lo encuentras apropiado.

En resumen, este ejercicio combina la observación consciente del entorno con la imaginación creativa, fomentando la conexión con la naturaleza y la conciencia plena.

 

 

Pero también se puede ver de otras formas, por ejemplo como lo planteo en mi libro “Las Enseñanzas de Don Lucio”, aquí un extracto de lo que conversé con mi maestro espiritual Don Lucio:

 

EJERCICIO Nro. 5

 

Así se lo explicó a Audacio:

- No sólo en el hombre vive el alma, sino también en la naturaleza y en las flores. Vamos a hacer el ejercicio de la “contemplación de las plantas“. Las utilizamos para conocer su mensaje. Haremos el ejercicio utilizando alguna planta, en tu caso, veremos qué nos dice la flor del Lirio que soñaste cuando te conté la historia de mis ancestros. Aquí vemos muchas variedades, tienes que escoger una de ellas. Es muy fácil entregarse con abnegación a un Dios abstracto –la gran alma que nadie conoce– pero si se le pide que haga lo mismo con una planta, no lo va a hacer, porque le falta humildad y porque la planta es real. Esta es la paradoja de la vida. Para que la planta manifieste su secreto es necesario:

 

Que se le toque, mire, hable,

que se le venere con un cántico,

que se le ame,

que se le muestre devoción y afecto

 

Tienes que observar dónde crece la planta, todo el entorno, cuánto sol le da, cómo es la tierra, qué plantas crecen cerca, etc. ¿Me la puedes describir?“

     - Entendido, esta flor posee tres pétalos que se elevan como brazos, formando un espacio abierto hacia arriba, un receptáculo orientado hacia el cielo y la luz. Además, cuenta con otros tres pétalos que se desarrollan colgando de la flor, apuntando hacia abajo, hacia la tierra, como si llevaran una sensación de melancolía consigo.

 

- ¡Cuidado! Todavía no trates de darle palabras a tu sentimiento, sólo descríbemela exteriormente.

- ¡De acuerdo! 

La parte interna de la flor, delineada por los pétalos exteriores, muestra un tono oscuro que se asemeja a un embudo, como los remolinos que se crean en el agua de una bañera, listos para absorber cualquier cosa que llegue desde el exterior, sin realizar ningún tipo de elección selectiva.

- ¿Y cómo es la raíz? Mírala, tócala, huélela.

- Parece algo importante, es como una cebolla. Esta planta tiene una relación muy íntima con el elemento tierra.

- ¿Y el tallo?

- El tallo es delgado y crece derechito hacia arriba, forma toda una composición con los tres pétalos que crecen dirigidos hacia arriba.

- ¿Y las hojas?

   - Las hojas tienen un aspecto peculiar, como si tuvieran la intención de dividir el espacio que las rodea. ¡Podrían representar la espada del guerrero que apareció en mis sueños! Tal vez sean un símbolo de algo que separa o divide.

- ¡Podría ser! Vamos a ver.

Así seguimos utilizando los sentidos, hasta ver qué nos dice la flor del Lirio. Es ella la que se tiene que manifestar, tenemos que estar muy atentos a observar el sentimiento que emana de nosotros, qué le sucede a nuestra alma cuando contemplamos el color índigo, cuando tomamos su forma utilizando los brazos tratando de imitarla.

Audacio trató de imitar la flor con los brazos y sobre todo se dejó llevar por el sentimiento que apareció contemplando el color y exclamó: 

- Siento como una añoranza, una nostalgia, algo me oprime un poquito el alma, y los tres pétalos levantados están como esperando algo.

Don Lucio sintió que era más que suficiente por el momento y habló de la siguiente forma:

      - ¡Así es! Las hojas, que sirven de conexión con este mundo material que denominamos entorno, no se orientan hacia él, ya que saben que no encontrarán lo que buscan en el mundo exterior. A pesar de ello, el alma sigue buscando afuera, en algo distante. Estas hojas se presentan en posición vertical, como si estuvieran seleccionando el alimento de la planta, eligiendo cuidadosamente lo bueno y descartando lo malo. Los tres pétalos dirigidos hacia abajo nos comunican: “mira allí abajo, allí encontrarás algo“. Hablé con tu tío Rómulo sobre la planta del Lirio, para conocer sus propiedades medicinales, y me dijo que, efectivamente, el aceite esencial de la raíz puede curar distintas enfermedades, según se utilice en baja, mediana o alta dosis.

- Pero „padre“: añoranza, nostalgia, tristeza, en esto hay mucho ego.

   - ¡Fantástico! Efectivamente, las hojas parecen comunicar la importancia de separar y eliminar lo superfluo, cortando los pensamientos como se haría con un sable, impidiendo que interfieran. Recuerda que, una vez que los sentimientos son reconocidos y bautizados, pueden transformarse en pensamientos. Es fundamental que nos abramos, expandiendo nuestros brazos hacia arriba mientras mantenemos nuestras raíces firmes a través de nuestras piernas, simbolizando la posición de rodillas, una postura que invoca hacia lo alto con humildad. El enfoque del alma no se dirige hacia el entorno externo, sino hacia arriba. Para este proceso, se requiere la abnegación personal y la disposición de entregarse por completo.

- Gracias, padre, ahora entiendo mejor mi sueño. ¿Pero, no es un poco subjetivo?

- Y no te olvides, eso se puede hacer con todas las plantas, y será mas fácil si estás tienen flores. Aparte de eso, en el mundo espiritual todo es subjetivo.

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